Alivia tu estado de ánimo con el yoga
El yoga no es un procedimiento con el cual se podrá eliminar la enfermedad, no es milagroso ni mágico. A través del yoga podremos afrontar con estabilidad algunas adversidades de la vida, así como a manejar el estrés y a estar mucho más relajados.
A continuación te presentamos una rutina de ejercicios de yoga que fortalecerán tu cuerpo. Si no estás acostumbrado a realizar estas actividades, te recomendamos reducir los tiempos a la mitad. Una vez que te encuentres con la suficiente condición física, podrás aumentar hasta llegar a los minutos indicados en cada ejercicio.
- Acuéstate sobre tu cama y enseguida flexiona tus pies hacia atrás y hacia delante. Efectúa este ejercicio durante tres minutos.
- De igual forma, acostado en tu cama, levanta las piernas a un ángulo de 70 grados. Sube y baja las piernas durante tres minutos.
- Trata de subir las piernas a 90 grados y sepáralas lo más que puedas. Mantenlas en esa postura y bájalas hacia la cama. Cuando tus piernas toquen la cama, júntalas de nuevo. Repite por tres minutos.
- Acuéstate boca abajo, con los brazos a los costados y tu cabeza descansando sobre la cama. Intenta golpear tus glúteos con los talones de forma alternada. Realízalo durante tres minutos.
- En la misma posición, comienza a subir y bajar la pelvis dejando apoyadas las rodillas y los hombros sobre la cama. Este movimiento debe ser rápido. De igual forma, hazlo por tres minutos.
- Con las manos a los lados del cuerpo, enderézate y dobla tu espalda hacia atrás, imitando a una cobra. Tus brazos deben sostener el peso sobre la cama. Baja de nuevo y recuéstate sobre tu estómago. Continúa con este ejercicio por tres minutos.
- Ahora siéntate en una posición cómoda y coloca las manos sobre tus rodillas. A partir de esta postura dobla tu espalda hacia delante y trata de tocar con tu frente la cama. Después regresa a la posición inicial y repite esto 20 veces.
- Para el siguiente ejercicio tienes que levantarte de la cama. Ahora ponte de pie frente a un espejo. Coloca los brazos a los lados del cuerpo con las palmas de las manos viendo hacia el frente. Cierra la mano derecha y dobla el codo hasta que tu puño quede frente al hombro. Baja la mano derecha y relaja el puño. Al mismo tiempo cierra el puño de la mano izquierda y colócalo frente a tu hombro. Efectúa estos movimientos con los brazos, mientras giras el torso desde la cintura. Gira hacia la izquierda cuando alces el puño derecho y viceversa.
Muchas veces una enfermedad crónica puede hacer que te sientas deprimido y pierdas el interés por varios aspectos de la vida, pero ten por seguro que una actitud positiva ante ella te ayudará a tomar las riendas y podrás salir avante ante la adversidad.
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